31 de julio. Respuesta de F.
Me encanta que me llames
preciosa, y aun mas me gusta que lo que te hice, te agrado...
Uff....., y
después ese beso que que te di al terminar todo aquello, los
sabores que ahí adentro se crearon eran un elixir de dioses, mmmm, que delicia
de beso....no quería irme nunca de tu boca, podría pasar el día entero
besándote.
Quieres saber que paso
cuando cerraste los ojos??, se que te mueres por que te cuente lo que paso....
Pues te diré que en el momento que sentí que te llegaba el orgasmo que tanto
disfrutaste, pude sentir perfectamente sobre mis labios como estabas a punto de
explotar, me encanta que tu también goces como yo lo hice, y siento como
todo tu cuerpo se eriza, y siento como haces mas presión con tus manos sobre mi
cabeza, y te corres, te corres sobre mi en mis labios en mi boca, por fin puedo
probar tu sabor, como me gusta!!!, y trato de que no quede nada dentro, lo
quiero todo para mi, pero es tato, que siento como resbala por mis labios y por
tus ingles, por tus testículos, que ahora al tocarlos son mas suaves, pero para
mi sorpresa, todavía tienes duro tu pene!!!. wow, no esperaba menos de ti.
Y voy de nuevo con mis
labios y mi lengua llenos de tu sabor, hacia arriba, quiero besarte de nuevo,
como me encanta besarte, y voy recorriendo de nuevo el camino que anteriormente
había recorrido, y vuelvo a llegar a tus pezones, que relajados se encuentran
ya, pero que al contacto con mi lengua reaccionan de nuevo, y vuelvo a recordar
una tus caricias, y pongo mis pechos sobre los tuyos, para que nuestros pezones
hagan contacto, y comienzo un suave movimiento en círculos, que bien
se siente, y no resisto mas, y con desesperación y tomándote por el cabello, te
vuelvo a besar, igual o mas apasionadamente que antes, hasta que de nuevo nos
quedemos sin aliento..... hasta que probamos todos los sabores que en nuestras
bocas se mezclan.
Un beso enorme en esa
parte que vuelve a reaccionar a mis caricias, y un susurro en el oído,
suplicandote lo que va a pasar en el próximo mensaje.
31 de julio. Respuesta de W.
Preciosa, preciosa,
preciosa...
Ahora mismo, después de la
explosión, tengo todo el cuerpo relajado, casi desparramado sobre la cama, y tú
has gateado por encima de mí para llegar a mi cuerpo, y estamos cuerpo a
cuerpo, acariciándonos con toda la piel a la vez, pero es una caricia sin
prisas, sin sexo, pero tremendamente sensual. Te abrazo, mientras nos besamos,
y descubres que una de las cosas que mejor hago es abrazar, y sientes cómo mis
brazos te ciñen por la cintura y por los hombros. Es lo que tiene ser alto,
tengo los brazos muuuy largos. Y el tiempo no existe, sólo existe tu boca y la
mía, y tu sabor, que a la vez es mi sabor, y me paso la eternidad en la que
estoy sumergido lamiendo y chupando y mordiendo y besando tu lengua, y tu
paladar, y tus labios, y tus dientes, hasta que separas tu boca de la mía para
suplicarme en un susurro lo que yo ya sé que deseas, así que me salgo de debajo
de ti, con un movimiento extremadamente ágil, y tú te quedas así, bocaabajo,
mirando de reojo mis movimientos, y hundo mi cabeza en tu pelo, y me acerco a
tu oído y te susurro que me voy de safari, que tengo un viaje tremendamente
largo e interesante por delante, que voy a explorarte y a trazar un mapa de tu
piel, de todo lo que me queda por reconocer de ese mundo completo que es tu
cuerpo, y que tú sólo tienes que disfrutar del viaje, nada más. Ahora mi cuerpo
tiene todo el tiempo del mundo, así que no me guía en absoluto ningún tipo de
prisa. Y con la cabeza en tu pelo notas cómo respiro dentro de él, cómo
deposito un beso en tu cogote, cómo me acerco a una de tus orejas, y la
beso suavemente, y cómo me acerco a la otra y con los dientes la aviso de que
estoy allí. No te toco con nada más, tú sólo sientes esos contactos, y si miras
de reojo sólo puedes ver parte de mi cuerpo, así que no sabes dónde va a ser el
próximo contacto.
Con las yemas de mis dedos
te aparto el pelo suavemente de la nuca, y sientes la yema de un dedo que traza
el camino que forman tus cervicales, como si fuera por un raíl, y voy muy
despacito, y cuando por fin ha pasado de largo la última cervical, quien ahora
toca tu nuca es mi boca, que deposita un beso allí mismo, y me percato de un
pequeño estremecimiento que te recorre. Y estando allí donde estoy, saco la punta
de la lengua, y recorro el camino que recorrió antes mi dedo, y te recorro
todas las cervicales, con la punta de mi lengua. Creo que esto te gusta, porque
tu estremecimiento es algo mayor.
Mi mano ahora plana se
desliza por tu espalda hacia un lado, y llega a tu hombro, y sientes que me
muevo en la cama, y notas de repente en el colchón que parte de mi peso está a
la otra parte de ti, y ahora estoy arrodillado contigo entre mis piernas, pero
no hay más contacto que el de mi mano, y ahora, la otra mano en el otro hombro.
Clavo los pulgares como si fueran cuñas en la tira muscular que bordea la
columna, mientras las yemas de los otros dedos se abren como radios y se clavan
también en tu carne, y comienzo a hacer círculos con los pulgares, y tú sientes
que el masaje hace que te invada una sensación que te vuelve loca. No es
sexual, o tal vez sí, pero es puro placer. Desplazo los dedos, en la misma
formación unos centímetros hacia abajo, y repito la operación durante unos
minutos, y luego bajo un poco más, y repito, y tú sólo estás sintiendo esos
diez contactos, pequeños, pero que hacen que tu espalda se expanda en infinidad
de sensaciones. Y cuando estoy ya casi a la altura de tus riñones, sientes que
paro de girar sobre mis pulgares, y un pequeño toque húmedo retoma el contacto
con tus cervicales, es mi lengua que va a volver a descender por tu columna,
pero esta vez sigue bajando, bajando por tus vértebras, y de vez en
cuando, rodea por completo alguna vértebra, o te deja caer algún
mordisco, o algún beso, y tú ronroneas como una gata sexy que se deja acariciar
porque sabe que el mero hecho de acariciarla es puro placer. Y sigo lamiendo
vértebras, hasta que llego al lugar donde están mis manos, y las retiro para
dar paso a mi boca, pero estoy demasiado agachado ya para seguir bajando, así
que te tomo por las caderas y tiro de ti, para que te apoyes en las rodillas y
en los codos, y estés más cerca de mí, seguro que estar en esa postura te
gusta, y al ponerte así tengo tu culo tan cerca de mi cara que recuerdo que aún
no te lo he tocado, y es una de las cosas que más me gusta hacer. Así que,
mientras vuelvo a poner mi boca en la vértebra que dejé, tomo cada cachete de
tu culo con una mano, y comienzo a masajearlo, como si fuera masa de pan,
haciendo círculos con la mano plana, o presionando con las yemas de mis dedos,
como si quisiera escurrirlas. ¿Recuerdas cuando hice eso con tus pechos? Seguro
que aquí también te gusta. Y ahora estoy con la lengua en el lugar donde tu
espalda termina, antes de comenzar el surco de tus nalgas, y te suelto un
cachetazo, suave pero cachondo, en una nalga, y tu ronroneo sube de tono una
décima de segundo y te giras lasciva a sonreírme.
Creo que es una buena
forma de comenzar el viaje de exploración, ¿tú qué opinas? Seguro que aún hay
sorpresas por descubrir.
Dos besos, uno en la
cervical que elijas, y otro, enorme, en tu boca.
31 de julio. Respuesta de F.
Por favor, nunca dejes de
llamarme preciosa, cierro los ojos y te puedo verte diciendomelo al oído con
esa voz grave y profunda, diosssss!!! que me derrito.
Y ahí estoy de nuevo,
sobre ti, besándote, pero esta vez, es un beso pausado, dedicado, dulce, como
si tuvieramos toda la eternidad para hacerlo, y puedo sentir cada parte de tu
boca, mordiéndonos, muy despacio, que condenadamente sabroso que besas, y por
si fuera poco, siento como me rodean tus brazos, tan acogedores, tan tibios, y
me siento segura, jamás me habían abrazado así, y puedo sentir perfecto el
contacto de tu piel con la mía, en una caricia completa, con todos nuestros
sentidos, reconociéndonos con cada poro del cuerpo.
Y siento como hundes tu
rostro en mi cabello, que es largo y negro, y te pierdes en el, y cuando me
susurras lo que tienes planeado para mi, me excita de sobre manera, tanto que
siento como mis pechos aprisionados por las sabanas, se endurecen un poco, y
siento tus besos en mi pelo y cuando vas a mis oídos, y siento un
suave mordisco, tu puedes sentir lo mucho que me gusto por que mi piel se
erizó, y cuando siento tus dedos sobre mis vértebras, puedo sentir como por
dentro corre al mismo tiempo una corriente de excitación, y después lo haces
con tu lengua, diossss!!!, esta vez la corriente es aun mas intensa, y haces
que mi espalda arquee, tratando de capturar todas la sensaciones que es
capaz de sentir cuando tu lengua la recorre. Cuando siento tus manos
haciendo aquel divino masaje, (jamas había recibido uno así, y creo
que nadie podrá superarlo), puedo sentirme completamente relajada y
abierta a recibir todas las maravillosas sensaciones que me estas dando, me
dedico a recibir con todos mis sentidos las caricias sabias que recorren mi
espalda, y me siento en otro mundo, el tiempo y el espacio desaparecen por esos
instantes gloriosos que me das, y estiro mi espalda para que la puedas recorrer
en toda su extensión, esperando que aquel momento nunca termine.
Y vuelvo a sentir esa
lengua que me vuelve loca, esta vez bajando muy suavemente, y después cierro
los ojos, tratando de adivinar que sigue, no lo se, pero se que me va a
encantar, y luego voy sintiendo diferentes sensaciones, un beso?, una mordida?,
no se, y me haces respirar mas fuerte, y gemir, y pedirte con los labios
mordidos que no te detengas, y cuando siento que te detienes, se que sigue algo
mejor.
Te digo algo???, esa
posición en la que me pusiste, me fascina, se puede disfrutar mucho así.
Siento tu lengua en el
lugar que estaba antes, y baja un poco mas, wow, esa forma maestra de acariciar
mis nalgas, suelto un gemido mas alto, y te quiero ver, quiero que veas en mi
rostro la sonrisa de aprobación para lo que piensas hacer, y es la sonrisa mas
cachonda y la mirada mas sexy que jamas te pudiste imaginar.
Continua mi explorador,
que mi cuerpo te espera ansioso a que continúes con tu safari.
Un susurro en el oído,
diciéndote lo mucho que me gusta lo que haces, y un beso en los labios, espero
que no nos falte el aire, de nuevo.
P.D. Como no mencionaste
nada, espero que lo que paso en mi mensaje anterior, cuando cerraste los ojos,
te haya gustado.
31 de julio. Respuesta de W.
Sí me gustó, preciosa, me
gustó tanto, preciosa, que no puedo olvidar, preciosa, la imagen de tu
boca, preciosa, goteando, preciosa, totalmente, preciosa.
Y ahora, preciosa, que sé
que te gusta que te dé cachetadas, me pongo en uno de tus costados, preciosa, y
así puedo acceder a tus nalgas de una forma más natural. Estoy de espaldas a tu
cabeza, con uno de los brazos rodeando por encima tu espalda, y abarcando
completamente tus nalgas con mis manos, y me dedico durante unos minutos a
abofetearte tu culo, con parsimonia, sin ninguna intención de hacerte
daño, solamente la mano abierta buscando el contacto con tu carne blanda,
disfrutando del sonido como de "plash...", intentando encontrar la
forma de que suene más claro. Y a cada cachetada tu ronroneo se oye más
intenso, más profundo, y tus caderas hacen como que huyen, pero cada vez
vuelven a por más. Y desde aquí se ve precioso el valle que dejan tus
nalgas, ya algo enrojecidas, y las separo un poco, y deslizo un dedo
ligeramente mojado en saliva por el canal que dejan abierto, y bajo por todo el
canal pero apenas rozándote, y cuando llego a un pequeño agujero que hay allí
dentro paso por encima de él como quien no quiere la cosa, pero tú notas mucho
más el dedo cuando pasa por allí, y vuelvo a subir, esta vez más lentamente
aún, y cuando vuelvo a pasar por tu ano lo que hago es trazar un círculo
por encima de él, y sigo subiendo. No puedo verlo, pero sé que te has girado a
mirarme, entre sorprendida y curiosa, preguntándote qué es lo que pretendo allí.
De momento nada. Y ahora hago el mismo movimiento que hice cuando hacía un
masaje en tu espalda, pongo los pulgares presionando la cinta de músculos que
baja de tu espalda paralela a la columna vertebral, y mis otros
dedos justo en el inicio de tus nalgas, en el lugar donde se unen con
los otros músculos, ese lugar que acumula tanta tensión, y los libero de ella
con las yemas de mis dedos, y voy bajando poco a poco, y mis pulgares se van
introduciendo en tu canalillo, y mis dedos van tomando tus nalgas, hasta que
las tengo totalmente magreadas en mis manos, y mis pulgares están en un
punto a escasos centímetros de tu ano, a cada parte, y me dedico,
preciosa, a hacer el movimiento giratorio que venía haciendo, clavando
mis dedos en tu carne blanda. Esto provoca una tirantez en tu
ano, no llega a producir dolor, ni sensación extraña, sólo le dice a tu
cuerpo que tu ano está allí, que está vivo, y es sensible, pero no abuso de él
ni mancillo su entrada.
Ahora, vuelvo a
arrodillarme detrás de ti, y con las manos cojo tus caderas y te agarro
por la cintura, de una forma un tanto visceral, un tanto
ruda, con el punto justo de rudeza, y deposito mi lengua en
el último lugar donde estuvo, al final de tu espalda, y sientes cómo voy
bajando por tu canalillo con ella, y sientes cómo lamo a ambas partes, en una
nalga, en otra, y en la parte central, y voy bajando, muy lentamente, y tu
canalillo, que está sobre la parte final de la columna vertebral y está
repleta de sensibilidad al tacto, tiembla con el contacto de mi saliva. Y mi
lengua avanza, avanza más, hasta que llega a las proximidades del lugar
que te imaginas, el lugar donde antes estuvo el dedo, apenas rozándolo, y mi
lengua ahora está repleta de saliva, y puede entrar casi en cualquier parte,
pero me detengo, para saber qué es lo que prefieres, si que pase de
largo, o que pruebe a comprobar qué tal está mi lengua ahí dentro. En este
caso, un simple gesto tuyo y pasaré de largo de allí como una estrella
fugaz.
Notas en mi lengua un
temblor de principiante. Nunca ha estado mi lengua en un lugar como ése,
pero, si esto es una aventura de exploración, toda frontera debe ser, al
menos, comprobada. Invadirla es otro tema que de momento no me interesa.
Y mientras todo esto pasa,
mi lengua temblando en tu canalillo, mi mirada para comprobar lo que deseas, tu
respiración ronroneante, como mis manos ya no necesitan asirte por tu cintura,
porque eres tú la que pega tu culo a mi cara, ahora mis manos están
arañando tus muslos, por la parte exterior de tus piernas, por la interior, por
la posterior, desde donde estoy alcanzo a cualquier parte de tus piernas, y lo
mejor de todo, a cualquier parte de tu entrepierna, y estoy comenzando a
acercarme peligrosamente a tus ingles. Sea como sea, haga lo que haga
en la travesía en la que me he embarcado, ten por seguro que en mi
próximo mensaje encontraré la forma de volver a tocar tus labios, que seguro
que ya están mojados, aunque sólo sea vagamente. No olvido que el mayor deseo
de los dos es que me tengas dentro, y eso llegará, a la vuelta de las
vacaciones aventureras.
Un beso, intenso y
pasional, en el lugar que más te plazca, preciosa. Y seguro que eres preciosa,
me encanta el pelo largo y moreno. Me vuelves loco.
1 de agosto. Respuesta de F.
Bueno, entonces ya somos
dos locos, por que esta de mas decir que tu también me vuelves loca a
mi........y espero que te guste lacio, por que aparte de largo y
moreno, mi cabello es lacio....
Quiero que sepas que me
parece algo muy sexy, el dar nalgadas, y solo tu puedes encontrar el punto
perfecto entre el dolor y el placer, solo tu sabes como hacerlo, y me encanta,
y me muevo para recibir mejor aquel tan esperado gemido, y ahora que se que te
gusta, un grrrr se hace escuchar para que tu sepas que me gusta lo que estas
haciendo.
Tengo que confesar que
esos lugares por lo que se encontraba tu dedo, eran inexplorados hasta ese
momento, así que lo que sentí, fue completamente nuevo para mi. Cuando tu
dedo fue bajando, muy lento, sentí un cosquilleo muy rico, y cuando tu dedo
toco ese agujero, sentiste como respingo mi culo, me encanto la sensacion, y lo
notaste por que al mismo tiempo un ligero quejido salio de mis labios, y aunque
no pudiste verme, cuando volteé, en mi cara, al mismo tiempo había un gesto de
curiosidad y de invitación.
Y luego voy sintiendo de
nuevo ese delicioso masaje sobre mis nalgas, mmmm, me muerdo los labios, y
siento como de nuevo y poco a poco te acercas a mi ano, jamas había sentido
esto, un nuevo gemido se me escapa, y una corriente de excitación navega por
todas mis venas, y tu lo sabes, por que me muevo a tu compás, y cuando tus
dedos están tan cerca de el, puedo sentir un escalofrío por todo mi cuerpo, me
encanta, no sabia que sensible podría ser esa zona.
Y de nuevo tu lengua por
esos lugares mmmm, hace que muerda mis labios una y otra vez, y voy
sintiendo como sube y baja y esta por todos lados, y mi respiracion se agita un
poco mas, y no puedo controlar mis caderas, es como si mi cuerpo reaccionara al
contacto de tu lengua, buscándola, y puedo sentir tus manos, moldeando mis
caderas, y tiemblo cuanto tocas ese punto donde termina mi columna, con todas
estas sensaciones nuevas me estas llevando a las estrellas, fuera de este
mundo, apenas y me puedo quedar quieta, no puedo ni siquiera abrir los ojos, y
cuando estas apunto de tocar ese lugar, te detienes, como dudando, y espero que
al oír un susurro que dice con la voz invadida de pasión: No pares por
favor!!!, sea la respuesta que estabas esperando.
Al sentir tus manos sobre
mis piernas y tu lengua oscilando por aquellos lugares, me siento
extremadamente sensual y cachonda y me fascina todo lo que me haces sentir y
mas cuando me doy cuenta que te acercas a mis labios que adivinando tu
presencia se han mojado para ti.
Al igual que tu, para mi
aquellos lugares son nuevos, y me excita de sobre manera el saber que puedes
encontrar ahí, que voy a sentir, ufff, no demores mucho.
Un beso, esta vez tierno,
y pausado, quiero probar todos los sabores que tiene tu boca ahora.
Un grrrr, para ti, se
que te gusta.........
y para volverte un poquito
mas loco, te diré que mis ojos son grandes y obscuros, con la modestia aparte,
son preciosos, así que imagina mi mirada, suplicandote que continúes.
1 de agosto. Respuesta de W.
Ojos grandes, oscuros,
pelo lacio, moreno, largo, endiabladamente sexy y lista y con esta
capacidad narrativa... dónde has estado???
Te diré dónde he estado
yo, hoy, todo el día. He estado dando vueltas con mi lengua por tu canal, no
puedo quitarme la imagen de la cabeza, y ahora que he oído tu susurro pidiendo
que no pare, tengo la lengua a punto de estallar, deseosa por entrar allí
dentro, para saber cómo es. Pero antes quiero hacer una cosa, para que lo
disfrutes más.
Tengo mis dedos en tus
ingles, te he acariciado las piernas, el culo, el abdomen, y sientes que se
dirigen inexorablemente al pequeño charquito que se ha ido generando de nuevo,
en concreto al lugar más abultado, que lo va a estar más, y deposito las yemas
de los dedos sobre él. Esta vez no voy a hacer pinzas, ni juegos malabares,
esta vez quiero que la sensación estrella esté en otro lugar, así que me limito
a mover circularmente mis dedos sobre tu clítoris, lentamente, como si fuera un
engranaje de algún dispositivo que ayude a liberar presión en ese otro lugar
que pronto va a sentir la presión de la punta de mi lengua, y espero a ver tu
cuerpo relajado y abandonado al placer. En cuanto suspiras en lugar de
ronronear, sé que ha llegado el momento, y sientes cómo mi lengua se acerca por
fin a la piel abultada que conforma la parte exterior de tu ano, la recorre,
trazando un círculo, y deja caer una cantidad casi indecente de saliva. Pronto,
estando allí, ejerce una pequeña presión, y notas cómo los músculos de tu
esfínter se contraen un poco para parar ese avance, pero sabes que quieres dejarla
entrar, así que los relajas de nuevo, y vuelvo a avanzar un poco más. No es
como cuando te metí la lengua en tu coño (lo recuerdas?) sino que es como
entrar por un lugar por el que no se debe entrar, como traspasar una señal de
prohibido, tras la cual se encuentra todo el placer. Mientras te masajeo el
clítoris, poco a poco sientes que la lengua está metiéndose más y más en tu
culo, y notas su contundencia, es un músculo compacto, perfectamente lubricado
para no hacerte daño, pero está duro, y va entrando dentro de ti. Y cuando
tengo varios centímetros dentro de tu culo, meto en tu vagina el pulgar de
la mano que te masajea el clítoris, y sientes dos penetraciones, suaves y
pequeñas, pero las dos a la vez, y muevo el pulgar dentro de ti al ritmo que
masajeo tu clítoris, y el pulgar está en la posición de ir a buscar ese punto
rugoso que tanto te gusta que encuentre, y yendo y viniendo a ese lugar, he
aprovechado para meter casi del todo la lengua dentro de tu ano, y ahora apoyo
mi boca alrededor de tu ano, y beso, sin sacar la lengua de allí dentro, y
sientes a la vez mi lengua dentro de ti y mi beso tirando de tu ano hacia
fuera, y sé que te gusta, porque gimes, y estás muy caliente, tan caliente que
tus caderas no pueden estarse quietas, y por mi pulgar gotea mucho jugo.
Y cuando crees que te vas
a volver loca, entonces es cuando mi lengua empieza a salir y entrar en tu
culo, y sientes cada vez la sensación de ser abierta de nuevo por detrás, y, al
tratarse de ser algo pequeño y lubricado como mi lengua, apenas sientes dolor y
sí mucho placer, un placer inesperado que casi te hace perder el equilibrio, e
incluso la consciencia...
Sabes una cosa? Acabo de
mandar el espíritu de mi lengua a la punta de tu dedo, esta vez el índice, así
que si quieres saber qué se siente sólo tienes que dejar a tu dedo que haga
todo el trabajo. Empieza mojándolo muchísimo, estaría bien que fuera con tus
propios jugos, o con saliva, y con la otra mano acaricia tu clítoris,
lentamente, no se trata de masturbarte, sino de sentir las dos sensaciones a la
vez, y deja que tu dedo acaricie tu ano por la parte exterior, todo
el anillo, y mantenlo siempre muy mojado. Ahora, pasa la yema de tu dedo por
encima, chafándolo, como si se tratara de un coño muy pequeñito, y
quisieras excitarlo, como si buscaras en su forma la existencia de un clítoris
diminuto, pero sin hacer mucha presión, notarás cómo se abre el anillo. Sé que
eso te estará gustando, lo sé perfectamente. Y cuando estés haciendo esto, lo
sentirás tan genial que no podrás evitar deslizarte un dedo dentro. Cuidado, ve
muy despacio. Cuidado con la uña. Asoma dentro de tu agujero la punta de tu
dedo, sólo la punta, y comprueba la sensación. Hasta aquí aún no duele, es para
saber si te gusta. Aunque estoy seguro que sí. Si te gusta, avanza un poquito
más. Llegará un momento en que te frenará tu propio esfínter. Deja que se
relaje, no hay prisa. Sigue manteniendo bien mojado el dedo, tiene que entrar
bien ahora y salir mejor después. Cuando puedas, empuja un poquito más. No gimas
tan fuerte, los vecinos. O sí, gime cuanto quieras, quiero oírte. Sé que
la sensación es indescriptible, es como si te abrieras en canal, es increíble.
Sigue entrando, mientras creas que puedes seguir, y recuerda no parar de
masajearte el clítoris. Cuando llegues al máximo, métete un dedo en tu coño,
sin parar tu masaje. ¿Notas como casi se tocan los dos dedos, en el interior de
tu cuerpo? Ahora, si quieres, mueve el dedo de tu culo. dentro-fuera. Te ha
sorprendido, verdad? Sigue moviéndolo un poco más. Ahora agítalo. Te da la
sensación de que va a escapársete algo por allí. Tranquila, no ocurrirá. Pero
te encanta. O al menos eso espero. Y ahora mueve tus dedos a tu libre albedrío,
y siente las tres sensaciones a la vez, tu clítoris, tu vagina, y tu ano, y siente
mi aliento saliendo caliente entre tus nalgas, porque tengo la boca muy abierta
para tener la lengua tan dentro de ti, y mi pulgar está presionando el lugar
que tanto te gusta, y mis dedos tu clítoris, y es casi como si hiciera una
pinza en todo tu coño para que sientas comprimirse todos tus centros de placer,
y no pienso parar de hacer esto, hasta que tú me lo pidas, si es que me lo
pides, a pesar de que mi pene está pidiendo paso para meterse donde tengo mi
pulgar, pero aún no es el momento, antes quiero volver a ver el rubor de tus
mejillas cuando te corres.
Y antes de dejarte por
esta vez, te confesaré que eso que te he dicho que hagas es algo que alguna
vez, muy pocas, he practicado conmigo mismo, de la misma forma en que te
lo he contado, por eso sé que te gustará. Pero no se lo cuentes a nadie, vale?
Un beso profundo para que
conozcas todos tus sabores, cuéntame qué parte de todo lo que te dije hiciste y
qué te gustó más.
1 de agosto. Respuesta de F.
Crees que puedes encontrar
a la persona que siempre has buscado???, pues ahora lo empiezo a creer.
Había escuchado que un
hombre puede alcanzar una mayor excitación sexual al hacer lo que me pediste
que hiciera, pero nunca pensé encontrar a alguien que fuera lo suficientemente
hombre como para admitir que siente placer al hacer eso, y mucho menos de
confesar que lo a hecho...cada vez me vuelves mas loca, eres un maestro en el
arte del sexo, y sobre todo mantienes tu mente y tus sentido abiertos para
disfrutar al máximo del placer que se puede lograr con cada parte del cuerpo.
Me encantas.
Ahora te voy a contar lo
que paso, por que para alimentar tu ego, a estas alturas haría cualquier cosa
que me pidieras, por que se que sabes lo que me pides, y también por que se que
me va a encantar, y quiero disfrutar al máximo del placer que me puede
proporcionar mi cuerpo.
Primero te contare que
cuando moje mi dedo, no pude resistir a probar mi humedad, y aproveche también
para lubricarlo mas, así que comencé a mover mis dedos en círculos sobre mi clítoris,
muy lento, como tu me lo pediste, y mi otra mano, en especifico mi dedo, se
dirigió a mi ano, haciendo también círculos, bordeando su entrada, y luego
comencé a pasar por encima, acariciando, mientras mi otra mano no paraba de
acariciar ese bultito, empecé a sentir que mi exitacion era cada vez mayor, y
mi respiracion comenzaba a ser mas rápida, y mi piel comienza a reconocer ese
escalofrío que tanto me gusta, inevitablemente, como si mi cuerpo lo pidiera,
empecé a meter mi dedo, muy despacio, no hubo dolor, pero si una sensacion
deliciosa, y lo meto un poco mas, diosss!!! se siente muy rico, no quiero
parar, no puedo parar, estoy completamente mojada, excitada, jadeante, y meto
todo, mmmmm, mis labios ya no los puedo morder mas, empezare a gemir mas fuerte,
y no se como ya tengo otro dedo dentro de mi coño, pude sentir con el dedo
dentro de mi ano, al otro dedo que entro, puedo sentir como se mueve ahí
dentro, solo son separados por una pared muy delgada, y mientras voy sintiendo
eso, un temblor invade mis piernas..
Cuando empecé un
movimiento de mete y saca, ni tan rápido, ni tan lento, solo lo suficiente para
sentirlo, y mis caderas también iniciaron ese vaivén, como si estuvieran de
acuerdo, mmmmm, que bien se siente, y una sensacion, como tu lo dijiste, como
que si se fuera a salir algo, pero a la vez se siente muy bien, ahora no puedo
controlar mis movimientos, ni los de mis dedos, ni los de todo mi cuerpo, no
puedo parar, ahora no es mi cabeza la que los guia, es el placer que me invade
por completo, y mis movimientos son cada vez mas rápidos, y me abandono por
completo al placer que pronto llegara.....
Y en un grito envenenado
de pasión, exploto con todo mi cuerpo, con todos mis sentidos, con todas las
células de mi piel, mi espalda se arquea y con ella también se va mi cabeza,
siento todos mis músculos palpitar, mis dedos (que son los tuyos) son
aprisionados por esos lugares por donde andan, y sienten un cálido torrente de
líquidos, que no para nunca, y tengo que esperar un poco para que mis convulsiones
se calmen... cuando sales de ahí, tus manos están empapadas de mi
sabor, y como sabes que me encanta me llevo tus dedos a mi boca,
procurando captar todos los sabores que en ellas se encuentran.
Lo que mas me gusto, fue
sentirme a la vez acariciada en tres lugares diferentes, fue una sensacion
que nunca había sentido, hasta llegar a un punto en donde lo único que
realmente importa es gozar de mi cuerpo, me vas a volver loca de placer.
Ahora imaginame con tus
dedos en mi boca, y después en tus labios para que tomes de ellos mi
sabor.
A.... por cierto, ojala
que algún día cuando te tenga en mi boca, me permitas hacerte lo que
me hiciste hoy.
2 de agosto. Respuesta de W
Sabía que te iba a gustar.
No sé por qué, quizás sea por esa sensualidad tuya que siente como si tu piel
fuera el doble de sensible de lo normal. La verdad es que eso es algo para
hacer, cómo decirlo?, los días de fiesta, algo que te vuelve loco cuando lo
pruebas poco pero que pierde la sorpresa si abusas de ello. Pero es francamente
sorprendente. Y más sorprendente ha sido que lo hayas hecho. Prometo que podrás
hacerme lo que quieras cuando quieras, haré más deporte del que normalmente
hago para que mis nalgas sean dignas de esa situación.
La verdad es que,
leyéndote, y sobre todo imaginándote, he tenido una terrible erección. Está
aquí, se adueña de mis manos, y apenas me deja escribir. Está tal cual si fuera
a meterse dentro de ti, como si pudiera saber que al otro lado del correo estás
ansiosa por ella, por sentir cómo entra, cómo se desliza por tus paredes. Y le
voy a dar ese gusto, a mi erección y a ti.
Cuando aparto mi cara de
tus nalgas, con tu cuerpo derrumbado sobre las sábanas, intentando mantener la
posición pero prácticamente desparramada por el placer de la sorpresa, yo, que
he tenido tu orgasmo en mi boca y en mis manos, que he sentido todas las
contracciones que has ido teniendo, que he oído cada uno de tus gemidos, tus
suspiros, y sobre todo, tus gritos, estoy que no puedo más. Si cuando me
hiciste sexo oral hubo un momento en que dudé, porque pensé que habría que
esperar mucho tiempo para hacer lo que voy a hacer, ahora que ya ha pasado todo
ese tiempo me doy cuenta de que hice bien en no esperar, y me dispongo a
invadirte con la única parte de mi cuerpo que aún no te ha invadido. Pegando mi
pecho a tu espalda, te abrazo desde atrás, con un brazo por la cintura, y el
otro entre tus pechos, pero para tomarte en pulso, no para acariciarte nada, y
entre los mechones de tu pelo oyes mi voz que dice:
- Creo que es el momento
de estar dentro de ti, por fin.
y ahora sí, tal como te
digo eso, mis manos comienzan a acariciarte los pechos, suavemente, retoman
contacto con tu carne que ya conocieron pero que quieren volver a reconocer, y
durante unos instantes los oprimen, con la mano abierta, mientras sientes cómo
mis caderas se van acercando a las tuyas, y notas el primer roce casual de mis
muslos con los tuyos. Mis manos sueltan tus pechos, fantásticos pechos, y se
deslizan a tus caderas, de nuevo, y tú, animada por la imagen de lo que sabes
que va a suceder, te has repuesto ya de la explosión, y comienzas a
levantar tus caderas, en busca de esto mismo que acaricio entre frase y
frase.
Por fin, mis manos cogen
tus caderas y las acercan a mi cintura, y tú notas cómo un cuerpo turgente y
pesado rebota en la parte superior de tus nalgas, al principio del canalillo. Y
es que estoy intentando hacerlo recorrer todo el camino que hice antes con la
lengua, quiero que sientas la caricia de mi glande en la zona que acabas de descubrir,
pero es un camino sólo de visita, tranquila, voy a pasar de largo. Y cuando
acaricio con ello la zona que separa tu ano de tu vagina, el escalofrío que ya
estaba iniciándose por fin explota, y la espera para que llegue al lugar se te
hace interminable. Pero mi glande, cuando llega allí pasa un poquito de largo,
y te recorre los labios, y te pulsa el clítoris, y te das cuenta de lo duro que
está mi pene, para hacer presión de esa forma, y vuelves a sentirlo desplazarse
hacia atrás, y luego otra vez hacia adelante, y estando como estás con el culo
en pompa, pego el tronco a la superficie de tus labios y dejo que oscile un
poco, a lo largo, y sientes perfectamente lo largo que es, las venas,
la forma del glande... Pero tú quieres sentir todo eso de otra forma, y por
fin, con la mano con la que estaba llevándolo por todo ese recorrido, lo
oriento hacia el agujero, y sé que ha llegado el momento más esperado. Voy a
follarte, ahora sí que vas a sentir placer. Y tras rebuscar unos instantes
entre los labios, al fin aparece el lugar donde depositar la punta del glande,
y con un suave avance de las caderas, mi glande se asoma al interior de tu
vagina. Siento cómo tu carne se lanza a absorberlo, a comérselo, pero apenas
dejo ir un poco, porque me encanta la sensación de entrar en ese lugar tan
caliente y tan cálido a la vez, tan lleno de jugos que el más mínimo empuje lo
hace deslizarse, tan prometedor de placeres, y luego empujo un poco más. Ya hay
una cuarta parte de mi polla dentro de ti, y tú lanzas tus caderas hacia atrás
porque quieres que entre más, y pasa hasta la mitad, y luego empujo yo, y pasa
casi toda, y por fin, sientes el golpe de mi pelvis sobre tu culo y de mis
testículos en tu clítoris. La sensación que me invade siempre que entro en ese
lugar es la de estar en el lugar adecuado, la de haber vuelto a casa. Es un
abrazo que a la vez es beso que a la vez es caricia, una sensación esponjosa y
resbaladiza que se va acoplando a las formas de mi polla y hacen que me vuelva
loco por entrar y salir. Pero de momento lo voy a hacer muy despacito. Dentro y
fuera, dentro y fuera, llevando la respiración al ritmo pausado, y con mi
cabeza de nuevo en tu pelo, susurrándote al oído que siento que me estás
besando con tu coño en mi polla, pero que además de un beso es un abrazo es una
caricia, y que me encanta. Tal como estoy, al tener las piernas más largas que
tú, estoy presionando en cada entrada la parte anterior de tu vagina, así que
no hay problema en que disfrutes. Dejo que alguna clase de instinto se apodere
de mí, y te cojo de las caderas, y te doy una cachetada, como las que te di
antes, pero no pierdo el ritmo tranquilo. De repente, en lugar de hacer un
simple dentro fuera en sentido lineal, lo que hago es girar las caderas, para
que mi polla gire en tu interior al entrar y salir, como si te barrenara, y yo
juraría que esto te gusta, porque tus grititos ya no son grititos, ya son
gritos como deben ser. Y ahora sí, ya puedo usar la palabra, voy a follarte,
intenso, fuerte, cada vez más salvaje, y para eso necesito que una de tus manos
esté sobre tu clítoris, y te cojo la mano y te la llevo allí, y tú sin decir
nada ya sabes qué es lo que quiero, y empiezo a bombear con más fuerza, con
alguna cachetada esporádica, y sin previo aviso, paro el ritmo para volver
al movimiento circular, como si fuera un reloj, unos pocos movimientos así y
vuelvo otra vez a empujar contra tu coño. Empiezo a sentir tus jugos goteando
por mis testículos. Es la mejor señal de todas.
Pero, francamente, no
quiero que esto acabe ya. Quiero follarte, pero quiero que dure, y sobre todo,
quiero follarte mirándote a los ojos. Y esto te lo contaré en el próximo
mensaje. Quiero tenerte ansiosa de volver a sentir mi polla dentro de ti, esta
polla enorme que está aquí saludándote y que ha sido colaboradora activa en la
redacción de este mensaje.
Un beso en pleno clítoris,
y otro en tu boca, para llevarte directamente tu sabor.
3 de agosto. Respuesta de F
Lo siento, precioso, se
que te hice esperar mucho, pero creeme que va a valer la pena la espera. Ayer y
hoy tuvimos un problema muy grave en la empresa para la que trabajo, y me toco
ir a trabajar hoy y probablemente mañana, estaba muy mal, me sentía
desesperada, pero cuando empecé a leer tu mensaje, me transporte a ese mundo
que juntos creamos, y la vida se detuvo un momento para imaginarme en tus
brazos, haciendome lo que dice tu mensaje.
Cuando sentí tu
respiración en mi cabello, y de nuevo esa voz, tan sexy que tienes diciendome
que por fin era el momento que durante estas dos semana he deseado mas que
cualquier cosa, en mi interior pude sentir ese deseo de ser tuya, por fin, y en
mi cara se dibujo la mirada mas cachonda que te puedas imaginar.
Y tengo que confesar que
cuando me muero, cuando me abrazan por detrás, mmmm, me excita mucho sentir tu
respiracion en mi cabeza, y tus manos en mis pechos, que rico que los
acaricias, sientes como se ponen mas duros??, me encanta como lo haces, tu lo
sabes, y voy sintiendo poco a poco como tu cuerpo entero se va pegando al mio,
y no puedo esperar mas, con mi culo busco tu pene, quiero sentirlo, y mis
caderas se mueven para encontrarlo. Cuando me tomas por la caderas, y por fin
siento el contacto de tu polla sobre mis nalgas, en mi entrepierna un
cosquilleo y una humedad mas abundante no se hacen esperar, y ese escalofrío
tan rico, vuelve a invadir mi cuerpo, haciendo que se erice mi piel.
Cuando comienzas a
recorrer todos esos lugares, por donde ya habías estado antes, pero ahora con
la cabeza de tu pene, no puedo describir la desesperación que me dio por que el
llegara al lugar que le corresponde, estaba ansiosa, también debo reconocer,
que me encanto como pasaste tu polla por todo mi coño, y aunque estaba ansiosa
por que ya terminara la espera, pude sentir lo grande que es, me encanta, y tu
sentías como con los movimientos de mis caderas te pedía que no tardaras mucho,
mmmmm, puedo sentirlo ahora que estoy escribiendo esto, empapado en los jugos
que emanan de mi vagina, sabes que en este momento me estoy mordiendo los
labios??....
Después de sentir que se
detuvo y que empezó a entrar, inevitablemente y con mi cuerpo palpitando de
pasión por sentirte dentro de mi, yo misma lo busque empujando un poco mis
caderas, dioss!!!, si solo esto siento con el glande!!!.... mis paredes se
abrieron gustosas para recibirlo, y siento como va abanzando un poco mas,
puedes sentir que al lugar al que entras es estrecho, y esto hace que sientas
presión sobre tu polla, y cuando va a la mitad, no puedo aguantar mas y un
gemido mas fuerte se escucha, y esto te alienta a seguir, pero es fácil que
entres, es un manantial de fluidos aquel lugar, y es como si siempre hubieras
pertenecido a aquel lugar, te desea, te reconoce, y te da la bienvenida
atrayéndote a el, y yo le ayudo, por que invadida por la pasión, empujo mis
caderas hacia atrás para comérmelo todo, y escuchas esta vez un grito en vez de
un gemido, por que aquello es largo y grueso, y lo siento por todo mi interior,
se sensacion mas deliciosa...
Tu puedes sentir como
aquel lugar caliente lo abraza, y no lo quiere dejar ir, y cuando comienzas a
entrar y salir, muy despacio, haces que mis gritos suban de nivel, y me excita
mucho que me susurres al odio que te gusta estar dentro de mi, por que se que
deseabas esto tanto como yo.
Y sabes por que me
gusta esa posición???, por que al estar así, tu polla roza aquella zona rugosa
que tanto me gusta, así que en cada embestida, siento como la
acaricias....mmmmm, sabes que me encanta que me des nalgadas, me éxito aun mas,
si es que se puede estar mas excitada, mi mano no se pudo estar quieta y en un
impulso tomo un pecho y comienzo a jugar con el, y sobre todo con mi pezón, que
parecía una piedra de lo duro que estaba por tanta excitación....
Diosss!!! cuando empezaste
a hacer círculos con tus caderas, mis gritos eran inconfundibles, sabias que me
estabas haciendo gozar como nunca, sentía que al hacer eso tocabas cada
rincón en mi interior, y cuando aumentas el ritmo, y es cada vez
mas fuerte como me follas, ya no puedo controlar mis gritos, ni mis caderas
que se mueven al compás de las tuyas, ni mi respiración, y con tu mano
sobre mi mano y ella sobre mi clítoris lo comienzo a acariciar en
círculos, mmmmm, y siento como entras y sales mas rápido, y ahora mismo
cuando escribo esto, mi respiracion se agita, y otra nalgada, y otra vez
te mueves en círculos, uff, me estas llevando al cielo, y tu lo
sabes por que cada vez salen mas jugos por ahí.
No tardes mucho, me
tendrás ansiosa esperando tu próximo mensaje, para saber que es lo que me vas a
hacer, sea lo que sea, se que me va a gustar, y también quiero que sepas
que al igual que a ti, me encantaría tenerte dentro de mi y ver tu
cara, quiero saber la mirada que haces cuando vayas entrando, y sobre todo
quiero que veas la mía, para que sepas por medio de el, todo el placer que me
das, todas las sensaciones que siento cuando me tocas, se que te encantara ver
mi rostro cuando un orgasmo invade mi ser.
Un beso en los labios,
apasionado y largo, agradeciendote que por fin estas dentro de mi. Me encantas.
3 de agosto. Respuesta de W
Lo siento, yo tampoco he
tenido un buen fin de semana, tuve que ir a un funeral. Ya sé que no es una
buena noticia, pero acabo de releer tu mensaje como unas cuatro veces, y te
puedo asegurar que ahora mismo siento realmente la misma sensación en todo mi
cuerpo que si estuviera allí mismo, en tu cama, acariciándote, provocándote tus
gritos, siento una excitación más allá de la puramente física, ahora mismo
soy todo yo un millón de poros abiertos queriendo acariciarte y no parar de
hacerlo. Porque al fin y al cabo, tener mi polla dentro de tu coño es otra
forma más de acariciarte, de contactar suavemente con tu cuerpo y de dar y
recibir placer.
Pero ahora lo que quiero,
como ya te dije, era tenerte cara a cara, poder mirarte a los ojos al entrar dentro
de ti, al hacerte enloquecer, al comenzar a sentir nuestros orgasmos y al
transfigurarnos al final. Así que, con una última nalgada, te tomo de las
caderas, que ya casi son parte de mí y las manejo a mi antojo, y con delicadeza
te tumbo en la cama. Al sacar al aire mi polla, llena de tus jugos, la
siento ligeramente pegajosa, mojada, y con el contacto con el aire
comienza la evaporación, y un sensación de frescor se adueña de ella. Como
cuando mojas algo con saliva y luego soplas sobre ello. Por cierto, eso me
encanta hacerlo, y no te lo he hecho ni una sola vez. Queda pendiente.
Ahora estás boca arriba en
la cama, con las piernas abiertas y flexionadas, con los pies en el aire, y
esperando que me acerque por allí para encerrarme en un abrazo del que te
aseguro que no querré salir. Tu coño, abierto y lleno de jugos, está hermoso,
palpitante, es como la entrada al País de las Maravillas, porque allí dentro
espera el mundo más fascinante de todos. Y tu abdomen tirita ligeramente, al
compás de tu respiración, porque tu interior es una brasa, porque toda tú
también te sientes un millón de poros abiertos en busca de caricias, y tus
pechos también, más grandes que tus manos pero del tamaño de las mías, me miran
desde abajo, y lo mejor de todo, tu cara también me mira, con el gesto de quien
está a punto de traspasar un umbral y sabe lo que le espera.
Con tus brazos me tomas de
los míos, y me llevas hacia ti, y sientes por el movimiento del colchón cómo
cuadro las rodillas, primero una, luego la otra, enfrente de tus caderas, y
cuando me agacho para besarte, para que los poros de mis labios y de mi lengua
entren en contacto con los poros de tus labios y de tu lengua, sientes la
caricia húmeda de mi polla resbalando por tu vientre, y ahora que me dejo caer
sobre mis codos, a ambos lados de tu cuerpo, ciñéndote, con una mano tomas mi
polla y la llevas al lugar donde los dos queremos que esté, y te miro a los
ojos, entreabiertos, y cuando comienzo a deslizarme dentro de ti, los cierras
un poquito más, y elevas un poco el labio superior, y cuando estoy dentro de
ti, por completo, tus piernas se aferran a mis caderas, tanto que creo que no
voy a poder moverme, pero sí que puedo, y tus manos abiertas están en mi
espalda, y me abrazas con un "hummm".
Pero no dejo caer mi peso
encima de ti. Me mantengo a escasos centímetros de tu cuerpo, apoyado sobre los
codos y las rodillas, estoy tan cerca que nuestros pezones chocan, y comienzo
el movimiento de entrada y salida, lentamente. No empujo moviendo todo mi
cuerpo, sino que muevo únicamente mi pelvis a base de utilizar mis abdominales,
y eso provoca una precisión mayor a la hora de elegir el ángulo por el que te
penetro, y lo que más te gusta, que mi pelvis choque a veces con tu clítoris.
Tú ladeas la cabeza,
tienes los ojos cerrados y el gesto en la boca de estar a punto de gritar. Te
pregunto si te hago daño, y mueves negativamente la cabeza, y entonces te
pregunto si es por placer, y mueves la cabeza para decir que sí, y me doy
cuenta que el placer que sientes es tan grande que apenas puedes hablar, y
entonces me apoyo en las palmas de mis manos, para levantarme todo lo largos
que son mis brazos, y el ángulo que formo con la cama, teniendo como punto de
apoyo mis rodillas, es mucho mayor, y sientes que ahora sólo tienes dentro el
glande. Pero en esta postura puedo entrar y salir de ti con mucho mayor ángulo,
y me dedico a mover mis caderas a ambos lados mientras entro y salgo de ti,
porque quiero que sientas cómo te presiono con mi polla en todas las paredes,
en todos los puntos, y ahora estiras el cuello, como si tuvieras una
experiencia mística. Y desde aquí arriba puedo mirar cómo entra y sale mi polla
de tu coño, y me encanta verlo. Vuelvo a apoyarme sobre los codos, y vuelvo a
moverme como antes, y tú lanzas un suspiro enorme, que yo interpreto como un
"dios mio!!!" y sientes que bajo las caderas, para que el ángulo de
entrada sea inferior, y con ello, el roce de mi pelvis en tu clítoris se
produce en cada embestida. Luego, cuando las yemas de tus dedos me están
clavando la piel de mi espalda y tus rodillas están más altas en mis caderas,
subo la posición de la pelvis, y ahora te penetro desde más alto, no hay roce
de mi pelvis con tu clítoris, pero la polla, al entrar, directamente está
llevándose hacia arriba esa cosita rugosa que tan bien te lo hace pasar, y te
digo al oído:
"Ahora me voy a parar
yo, quiero que seas tú la que busques mi polla con tus caderas"
y me quedo parado con mi
cuerpo a escasos centímetros de tu cuerpo, y tú bajas los pies para impulsarte,
y siento cómo levantas tus caderas con fuerza, cómo haces unos movimientos
extraños, casi circulares, y ahora eres tú quien se me folla a mí, y a golpes
de caderas contra mi cuerpo emites un gritito, otro, y otro, y las yemas de tus
dedos dejan paso a tus uñas en mi espalda, y mi polla siente cómo la masturbas
con tu placer, y pronto sentiré las contracciones de las paredes de tu
coño, y me concentro para no dejar que eso me lleve al orgasmo, porque aún
quiero hacerte gozar más antes de llenarte de semen de nuevo, pero a la vez me
dejo llevar, y mi boca se deposita sobre tu cuello y mi mano sobre tu pecho, y
mientras alcanzas el orgasmo. o un segundo antes, sientes que te muerdo en la
base de la yugular y que te exprimo tu pecho del tamaño justo para mi mano...
He perdido la cuenta ya de
los orgasmos que has tenido. De los que has tenido en la fantasía y de los que
has tenido en la realidad. Pero una cosa es segura, yo voy a tener uno dentro
de unos instantes, porque estoy tan excitado que voy a tener que masturbarme
pensando en ti, sintiendo tus jugos recorriendo la piel de mi polla, y oyendo
una y otra vez tus gritos de placer.
Un beso, enorme, en la
punta más sensible que tengas en este momento. Elige tú.
4 de agosto. Respuesta de F.
Precioso, se que esta vez
te hice esperar mas, así que tengo dos regalos para ti: mi boca y mi escote,
busca los archivos anexos espero que te gusten.
Así, tumbada boca arriba,
mi cuerpo te espera de nuevo, palpitante, desesperado, por que encendiste en él
el fuego que me quema las entrañas, y en mi mirada puedes ver toda la lujuria
posible, por que es lo que provocas en mi, y mi respiración,
aunque calmada, aun es profunda por que se lo que me espera y no
puedo aguantar mas, y te tomo de los brazos para que te acerques
a mi, cuando me besas sientes que voy a arrancarte los labios, y la
lengua, por que quiero tenerla siempre conmigo, y de nuevo tu
polla vuelve a tener contacto con mi piel, la siento sobre mi vientre,
grande, caliente, y no puedo creer que todo eso alcance por mi vagina, cuando
te acercas un poco mas, no lo puedo resistir y mi mano va en busca de eso que
me hace enloquecer y lo coloca de nuevo en su lugar, donde siempre debería
estar, y quiero que veas mi cara, para que a traves de mis ojos te
diré el placer que me haces sentir, y tu puedes ver que a medida que vas
entrando, mis ojos se cierran un poquito mas, y cuando esta todo
adentro mi boca se abre un poco para dejar salir un gemido de placer y mis
piernas rodean tus caderas para no dejarte ir, aunque se que no te quieres ir,
y mis brazos se aferran a tu espalda, y en esa posición mi boca se va hasta tu
oído para regalarte el gemido que me has arrancado. Cuando comienzas un lento
mete y saca, me muerdo los labios para no gritar de placer, y en ciertas embestidas
puedo sentirte tocando mi clítoris y cuando haces eso, no puedo evitar gemir
mas fuerte, mi placer es tanto que cierro por completo mis ojos, y cuando me
preguntas si haces daño o si es por placer, ni siquiera puedo hablar de todo lo
que estoy sintiendo, solo puedo mover mi cabeza para contestarte, por que
dentro de mi siento tu polla presionando cada lugar, acariciando todo con cada
movimiento que hace, y por si fuera poco cuando te alejas un poco de
mi para poder entrar mejor, y ahora siento como presionas cada punto dentro de
mi, todo mi interior, y al sentir eso sientes como arqueo un poco mi
espalda y mi cuello se estira, y luego vuelves a acercarte a mi, y siento tu
cuerpo palpitante, tan cerca del mio, y tu polla que entra y sale tocando
cada pliegue de mi vagina y ahora es un grito el que me arrancas, mas al sentir
que ahora es en cada mete cuando tocas mi clítoris y te mueves de un
lado a otro, las puntas de mis dedos se clavan en tu espalda,
haciéndote sentir con ello, el placer que siento. Cuando cambias un poco la
posición, puedo sentir perfecto que en cada movimiento de tu polla cuando entra
acaricias esa zona prohibida que me vuelve loca, y mis gritos suben de
nivel, y mis caderas se empiezan a mover al ritmo de las tuyas, y cuando tu voz
me dice lo que quieres que haga, me apoyo en mis pies para comenzar a moverme
en círculos buscando tu polla, y en cada vuelta mi pelvis choca con la tuya, y
me abrazo a ti, aferrándome, y mis gritos son cada vez mas fuertes e
incontrolables, y mi respiración es agitada, y como ya me dijiste que te gusta,
busco tu hombro para morderlo, para besarlo, y en esa posición, abrazándote, el
aire que sale de mi nariz cuando respiro refresca esa parte de tu hombro donde
deje mi saliva, y se que falta poco y te lo hago saber encajando mis uñas
en tu espalda, y sientes mas caliente ese lugar donde estas y
mas palpitante y mas húmedo, y yo siento dentro de mi vientre esa
tensión que quiere salir y mis movimientos son mas rápidos, y
mis gritos inundan mi habitación, y en uno mas fuerte exploto con
todo mi ser, sintiendo al mismo tiempo tu mordida sobre mi cuello y tu mano
exprimiendo mi pecho, haciendo que mi orgasmo sea aun mayor, y te
abrazo mas fuerte para que lo sientas, para que percibas mi
cuerpo convulsionándose y mis músculos tensados haciendo que finalmente me
derrumbe sobre la cama, siendo incapaz de controlar mi cuerpo. Pero tu
polla también lo siente, por que ha sido presionada por todos lados al ritmo de
los latidos de mi corazón, como queriéndola exprimir, sintiendo un calor aun
mayor, y por que siente como un mar de jugos y sabores la bañan
por todos lados, derramandose por los lados, bañando también tus
testículos.
Sentiste mi orgasmo??,
sentiste como me hiciste vibrar una vez mas??, al igual que tu he perdido
la cuenta de mis orgasmos, y solo para que lo sepas, este fin de semana,
fueron cuatro, dos mientras me bañaba y dos mas por la noche, recordando tus
palabras.
Un beso en tus
labios, ahogando en él, todos los gritos de placer que me arrancas, ahora ya
sabes como son mis labios.................
4 de agosto. Respuesta de W.
Preciosa, qué gran idea
has tenido! Te las has hecho para mí? Yo diría que sí, en la picture039 puedo
percibir cierto rubor en tu escote, seguro que pensabas en mí. Por cierto,
luego te contaré la imagen que he tenido viendo esa foto. Y he podido ver tus
dientes asomando apenas entre tus labios, como amenazando a cualquier boca que
desee besarte con un serio mordisco. Ya sólo faltaría que tengas una cámara
digital y que puedas disponer de ella libremente, y fueras haciendo fotos más
reveladoras para conocer con los ojos lo que ya conozco con mis dedos.
Pues sí, ayer tuve que
masturbarme tal como te escribía, la imagen era tan real, sentía tan real las
paredes de tu vagina aprisionando mi polla que no pude menos que hacerlo. Y me
llena de gozo que, cuando estás sola contigo misma, en el baño o en la cama, no
puedas quitarme de tu cabeza y acabes por hacer lo que yo mismo haría si
estuviera allí. Ahora mismo estoy volviendo a tocarme, suavemente, por encima
de la ropa interior. Esto es así, y no hay forma de pararlo.
Y ahora que he vuelto a
sentir tu orgasmo, que he sentido cómo tu cuerpo se pegaba al mío para
fusionarse con él en el mejor de los momentos, ahora que tengo en mi espalda
grabada a surcos la prueba de tu placer, estoy ardiendo, pero aún queda un poco
hasta el incendio final. Y aún me queda una cosa por hacer, o mejor dicho, aún
queda una cosa por que hagas. Y me salgo de ti. con un beso en la boca, y me
tumbo boca arriba en la cama, y tú sabes lo que quiero. Estoy tan caliente que
si volviese a bombear una sola vez me derramaría dentro de ti, así que ahora te
toca a ti ser quien bombee. Con movimientos gatunos, te incorporas y siento en
la cama la oscilación del peso, primero un lado, y luego otro, y ya estás a
horcajadas sobre mi cuerpo. Sé que sigues caliente, y lo sé porque tal como has
llegado a esa posición, directamente has cogido mi polla y te la has llevado a
tu interior. Se está tan bien así... ¿Recuerdas los primeros mensajes?¿Cuando
te dije que yo sería un barco para salvarte de la inundación, y que tú te
asirías a mi mástil con todas tus fuerzas? Aquí lo tienes, tu mástil y tu
barco, para que los uses cuanto quieras. Ahora sí que es tu placer lo único que
importa, muévete sobre mí, mastúrbate con mi cuerpo, yo soy sólo un simple
espectador.
Y tú comienzas a hacer
oscilar tus caderas, y las mueves restregándote contra mi cuerpo. No subes y
bajas, sino que avanzas y retrocedes, como si fueras por un raíl, y siento cómo
tu coño se desliza por mi pelvis, babeante como un caracol, y mi polla es
estirada, empujada, casi maltratada, y tú sientes dentro de ti cómo roza todos
y cada uno de los puntos que quieres que roce, y pones tus manos en mi pecho,
para apoyarte mejor, y con las rodillas aprisionas mis costillas, y siento que
respiras profundamente.
Yo apenas alcanzo a
levantar las manos y tomar tus pechos, y hago con mis pulgares sobre tus
pezones aquello que tanto te gustó, recuerdas? los froto una y otra vez casi
con ansiedad, y tú echas la cabeza hacia atrás, y gimes desde la profundidad de
tu pecho, y te dejas caer un poco hacia atrás, y con las caderas empiezas un
sube y baja que hace que mi polla te llegue muy muy profundo, pero no es
lineal, es como si dibujaras un ocho con tus caderas. Pero esa posición no es
muy cómoda, y tú estás demasiado caliente para poder controlar una penetración
tan lenta, y te tumbas sobre mí, y nuestros pezones vuelven a chocar, y tu
lengua choca de nuevo con la mía, y comienzas a subir y bajar tus caderas, de
forma que mi polla casi entra en ángulo en tu cuerpo, rozando tu clítoris
al entrar y tu zonita rugosa y esponjosa al salir.
Y mientras tú subes y bajas, yo te tomo las nalgas con las manos,
para marcarte un ritmo inteligible, vas a trompicones, y como sé que te gusta,
te suelto una nalgada, suave, pero sorpresiva, y sueltas un gritito, y en
mis testículos se acumula una gran cantidad de tus jugos, y sé que vendrá más,
y se me ocurre hacer una cosa.
Y usando esos jugos
humedezco uno de mis dedos, y te abro las nalgas, y te deslizo un poquito
mi dedo en tu ano, está lubricado, pero sólo te meto una falange, y con tu
cabeza al lado de mi oído oigo lo agudos que son ya tus suspiros, y lo
muevo un poco, lo agito pero sin querer meterlo más, y tú te agitas más rápido.
Yo estoy a punto de arder, y sé que no tardaré mucho, pero me concentro en
esperarte, quiero que éste sea el mejor de todos tus orgasmos, y lo
conseguiré, y te digo al oído eso mismo, que conseguiré que sea el mejor de tus
orgasmos, porque éste te lo fabricas tú misma, abusando de mí, de mi polla, que
está aquí para que te corras contra ella. Y ahora sí, comienzo a empujar
desde debajo de ti, y oímos el chapoteo de nuestros cuerpos sudorosos
combatiendo por el orgasmo, y sientes tan profunda mi penetración que te
sorprende, y yo comienzo a sentir los movimientos de tu coño queriendo chuparme
la polla, exprimírmela, y sé que te vas a correr de nuevo, y en lugar de
dejarme ir, esta vez me espero, porque he visto la foto de tu escote, y aún me
falta algo por hacer.
Y cuando has mordido mi
hombro, y has gritado mi nombre, y has llenado más mis testículos de
jugos, estoy a apenas unos segundos de verterme, y te voy a contar lo que vi
cuando miré la foto. Vi entre tus pechos mi polla, erecta y
mojada, subiendo y bajando, untada de tus jugos y tu saliva, y eso es lo
que haces, tal como has explotado encima de mí, la haces salir de tu cuerpo y
agachas tus pechos, y me tomas con ellos mi pene, y comienzas a masturbarme
rápidamente, mientras sacas la lengua y, cuando subo, le das un lengüetazo en
el glande, y yo empujo con mis caderas, fuerte, y en apenas unas
embestidas me contraigo con un grito quejumbroso y acabo vertiéndome sobre tus
pechos, copiosamente, una y otra vez, y te los dejo llenos de pequeños grumos
de semen que se resbalan por ellos, y tú los esparces para cubrirlos de
una fina capa resplandeciente, y verte hacerlo, todavía mecida por el ritmo que
confiere la excitación a tus caderas, es la imagen más lasciva que pude haber
imaginado, y la guardo en mi memoria para siempre.
Y te tumbas sobre mí, tan
larga cual eres, y me besas profundamente, y nuestros sudores se entrelazan, y
mi pecho se embadurna de mi propio semen, y nos quedamos abrazados, susurrándonos
cosas al oído, apenas audibles, extremadamente sexys, porque nacen en ese lugar
que sólo se conoce después de compartir un orgasmo. O dos. O los que sean.
Un beso gigante, quién
sabe si en el próximo mensaje me sorprendes con alguna otra foto tan inspiradora
como la de tu escote.
Hasta aquí tres de los posts previstos. Si te gusta la idea y quieres que siga posteando sólo tienes que decirlo. De todas formas, en unas semanas los subiré.
Gracias por leerme.
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